Lima, Perú. Siempre podemos dejar para mañana lo que podemos hacer hoy. Y quien no lo haya hecho nunca, que tire la primera piedra. Algunos empezamos a procrastinar más temprano que otros. Como con los cinco minutos más de sueño que preferimos antes que ejercitarnos temprano. Y aunque durante la cuarentena nos tiene cansados de todo parece que de procrastinar nunca nos hastiaremos. Siempre podemos dejar para mañana lo que podemos hacer hoy. Ese insensato acto de patear las cosas para el final de un período y gloriarnos de term…
Hace un par de días, fuimos víctimas de un bombardeo sensacionalista. A través de las redes sociales se difundió en vídeo la entrevista a una niña vidente, la cual advertía a la población permanecer en sus casas a costa de sus propias vidas. La menor, de 10 años, aparecía siendo entrevistada en la radio Sauce 99.7FM, una estación radial de la selva peruana, y afirmaba portar un mensaje del mismo Dios. En resumen, las personas que desobedecieran a permanecer en sus casas, serían muertas en las calles o en el campo, donde les diera encuentro u…
Bienaventurados los que tuvieron celebraciones de cumpleaños y otras festividades similares antes de la cuarentena; para los que no, aún nos queda elegir entre la incertidumbre o la oportunidad de crear nuevos y maravillosos recuerdos. Uno de los últimos cumpleaños que celebramos en casa, antes de la orden de aislamiento, fue el de mi madre. La familia se reunió ampliamente y disfrutamos su día desde sus vísperas. Días más tarde, la inminente llegada del coronavirus y las concesiones sociales se establecieron. El más optimista pensaba que …
A medida que la enfermedad nos rodea y aprieta, tanto más echamos de menos el último abrazo o beso que participamos. Ya no vemos posible en el futuro cercano estrecharnos de manos con los amigos o recibir las visitas en la casa con un fuerte abrazo. El miedo que trae la peste también crece con la distancia. Photo by Rostyslav Savchyn on Unsplash Los progresos globalizadores del mundo occidental se han visto detenidos de golpe aunque las caricias no se hagan efectivas a través de la Internet. En las calles es donde empieza a sentirs…
Anoche visité un centro comercial y no precisamente por placer sino porque acusaba la necesidad de recortar mi cabello. El tamaño de éste ya había superado el límite que mi decencia permitía y como soy de los varones que no confía a cualquiera su corte de cabello, acudí - como siempre - al mismo establecimiento, buscando a la misma persona. Por coincidencia, mi agenda me permitió acudir al centro de estética el mismo día en que hacían su debut los equipos de fútbol peruano en la Copa Libertadores de América y en vísperas del día internac…
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