“¿Y esa sonrisa?”. Era mi madre, quien apenas crucé la puerta, ya me acercaba el desayuno a la mesa. “¿Ah? ¡Je! Siempre estoy sonriente, lo sabes bien.” Mamá sospechaba algo, ella siempre tan misteriosa. “Sí, lo sé. Pero hoy estás diferente. Primero sales corriendo muy preocupado y ahora regresas con un brillo en tus ojos que…” “Pero mamá, ¿qué podría ser?, es un día muy bonito, ¿no crees?” interrumpí intentando evadir el interrogatorio que veía venir. “Tal vez… ¿una chica?” sentenció. No podía huir de la pregunta, tenía sus oj…
El pitido ensordecedor de la alarma sonaba, hizo que con la cabeza bajo la almohada y el brazo estirado golpee desesperadamente el velador para callar el despertador. Con gran dificultad, apenas abrí un ojo para ver la hora. Un pestañear, luego dos, el tercero fue casi nada, mis ojos estaban abiertos tanto que hasta parecían salirse de sus órbitas. De un salto estaba fuera de la cama, eran las 6:50 de la mañana, no dejaba de recriminarme mi conducta soñolienta, ¡cómo podía pasarme otra vez y justo ahora!. Faltar a mi cita en el parque, …
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