La agilidad de mis dedos resultan siempre admirable para quienes me descubren en la intimidad. Ahí cuando me encuentro frágil e indefenso, susceptible e intolerante a la vez. Donde una palabra puede arruinarlo todo, o simplemente, conducirnos hacia el más excelso paraíso. Aquel instante en el que cada quien busca lo suyo, pero que encuentra siempre en otro ser.
Hay quienes creen que soy tosco, rudo, sin saber que puedo ser más bien romántico y en demasía dulce, y hay quienes gustan de mí, quienes muy al pendiente aguardan mis momentos tenues donde casi puedo explotar. Y cuando eso pasa, siempre resulta desbordante el sentimiento del momento, el que es tan fugaz como denso, aquel irrepetible y cada vez más exigente deseo de volver a empezar.
"Aquel instante en el que cada quien busca lo suyo, pero que encuentra siempre en otro ser."
Y si temo el pasar desapercibido, quedar encadenado en lo inexplorado o resultar agolpado en el olvido, probablemente es que ya sea un humano otra vez. Aunque prefiero ser uno escondido, bajo una sábana o, aún mejor, dentro de mi alma.
Entonces, mi humanidad me vuelve a poseer. Un susurro vigoroso de cándido placer encalla en mis oídos y mis ojos buscan otros ojos también.
Vuelvo hacia mis manos húmedas, ha de ser por el esfuerzo, que en recurrente movimiento han conseguido airosos otra vigente concepción. Mis brazos han sostenido un peso, el que ha promovido la imaginación. Aún traigo una respiración jadeante. Mi arritmia es pasajera, también en ti, lo sé. Parece que he terminado y al tomar distancia lo sabré.
Valiente y cortésmente llega mi retiro sustancial, trae un rastro apreciable y lleva un cuerpo tibio a la extinción. La caricia satisfecha me ha perdido y procura abrigo ante la agonía, quiere más aunque ya no esté. Encendidas las luces me procura con locura y mis prendas sobre el lecho ha visto desaparecer. Cae de rodillas, la caricia, y se recoge a sí misma. Cabizbaja por la melancolía, se tropieza con un tuit*. Desabriga sus oídos y se sienta frente a mí. Sabe que ya estoy listo. Pues, de hecho, siempre es así.
"Yo escribo el texto, tú interpretas el resto."
* Tuit: Lo que digas en Twitter. Según yo.
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