"Todos ellos tienen algo en común, buscan un presidente."
- ¡Oficial, sólo queremos pasar!
- Imposible señores, por favor deben bordear la siguiente cuadra.
Estaba agotado. Después de una larga jornada, había caminado cuatro cuadras obligado por el colapso de El Metropolitano*, además, las vías aledañas eran intransitables y tomar un taxi era prácticamente un suicidio para mi alicaído bolsillo. Solo quedaba caminar.
La única ruta segura y más corta coincidía con la populosa manifestación en contra de Keiko Fujimori, no sé si precisamente en contra de su candidatura presidencial o de su mentado apellido, pero de que era en su contra no quepa duda.
- Señor, por favor, déjenos pasar. No tenemos tiempo para manifestaciones, ¡queremos ir a nuestras casas!
Un voluminoso señor que se nos había unido recién, con el mismo afán: surcar la ruta más corta, despertó las querellas de los demás que, agolpados contra las rejas que cerraban el Jirón de la Unión, no pensaban retroceder hasta pasar la valla propuesta por la policía.
Al cabo de unos minutos abrieron las rejas y nos dejaron pasar. Entre tanto se pronunciaban los alaridos quejosos, yo observaba todo cuanto podía alrededor. Quería comprender qué es lo que movía a la gente para hacer tal manifestación.
Habían muchos jóvenes, varios de los cuales eran menores que yo, con carteles que llamaban a la reflexión como "El Pueblo no olvida, Fujimori nunca más", la primera reacción que tuve fue reír, con sarcasmo, pero risa al fin.
¡Qué ironía! Se han hecho, en tan corto tiempo, muy conocedores de la historia de una época en la que apenas tenían unos meses de nacidos o ni siquiera habían sido concebidos por sus padres, peor aún. Pero ahí van, en medio de una mediocre chacota, instruidos por las redes sociales y casi ninguno por algún buen libro de historia o genuino material periodístico.
Y los que màs mantienen vivo el legado de Fujimori son los desconcertados movilizadores como los de hoy. Paradoja.— Eugenio D'Medina (@eudmed) 6 de abril de 2016
Sentí una profunda decepción de mi generación en medio del hedor del tabaco. Con tanta gente era imposible apretar el paso, pero meditando en lo último ni siquiera lo intenté. Lo que sí intenté fue concentrarme en las ideas que salían de los altavoces. Por cierto, luego de cada estrofa siempre se repetía "Fujimori nunca más". Simpática prosa, al fin y al cabo.
"Se busca presidente. Si encuentran uno digno, por favor, me avisan."
Apenas 20 pasos y reconsideré mi decepción anterior, pude ver gente madura, de la organizada y bien vestida, con material definido e ideas claras, algunos canosos, otros más bien jóvenes, como yo, iban en compañía de familiares. También me crucé con Alberick García, actor de la obra "El loco de los balcones"y la serie "Al Fondo Hay Sitio" y con un blanquiñoso que también he visto en la televisión. Cuando terminé de cruzar la Plaza San Martín y me había topado de todo, típico en un país multicultural.
Sin embargo, todos ellos tienen algo en común, buscan un presidente, alguien digno que los represente y aunque ya encontraron a QUIEN NO QUIEREN que los gobierne, deberían concentrarse en procurar lo primero, que de hecho es más difícil de conseguir empero aún es posible.
Faltan horas, apenas días, para las elecciones presidenciales y como ciudadano responsable renuevo mi compromiso de ir a sufragar en pijama, sí, en pijama. Porque lo único bueno que me trajo esta elección es que mi local de votación ahora queda a la vuelta de mi casa.
Se busca presidente, uno digno. Si lo encuentran, por favor, me avisan. Estaré aquí, escribiendo o tuiteando, finalmente eso resulta más productivo para mí.
* Sistema de autobuses de tránsito rápido que funciona en la ciudad de Lima, capital del Perú. Lo saqué de Wikipedia y alguna vez estuvo en la página oficial de El Metropolitano. Lo prometo.
Hoy fue un día maravilloso, a plaza rebalsando, con alegría y convicción un grito #KeikoNoVa, ni hoy ni nunca. pic.twitter.com/OjT4ZzM44G— Lilia Ramírez Varela (@LiliaMati) 6 de abril de 2016
* Sistema de autobuses de tránsito rápido que funciona en la ciudad de Lima, capital del Perú. Lo saqué de Wikipedia y alguna vez estuvo en la página oficial de El Metropolitano. Lo prometo.
1 Comentarios
�� genial demasiado entretenido, nada mejor que un buen relato para dormir y reflexionar.. Yo! Tan bien BUSCO PRESIDENTE!
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