Mary no me ignores

Me divierte mucho hacer que, las personas que me conocen por primera vez, adivinen mi edad. Debido a mi apariencia física me atrevería a decir que menos de un 10% ha atinado a la primera. Si visto formal, me dan más años. Si casual, varios menos.

Hace unas semanas, mientras intentaban dar con mi edad, mi móvil sonó, una voz extraña saluda y pretende hacerse familiar. Casi a la fuerza llego a reconocerla. Para nada común, era un profesor de la universidad, quien más que ofrecer, pedía asistencia en un proyecto laboral.
Modestia aparte, debo mencionar que el proyecto era para una de las más prestigiosas universidades de latinoamérica. Aunque estaba en mi año sabático, en consideración a un amigo que me recomendó, decidí aceptar una entrevista para el día siguiente. Esa misma semana, sin darme cuenta, ya estaba empapándome del proyecto, conociendo al equipo, las instalaciones y todo cuanto creí necesitar a fin de disfrutar mi estadía allá, excepto a una persona. A María, la indiferente.

* * *

Me encanta vestir formal, el traje y las corbatas son armas que gusto mucho utilizar. Pero es invierno en Lima.
Ser parte del proyecto, alteraría mi año sabático, entonces propuse ir a laborar vistiendo casual, así se me haría, al menos, la idea de que éste no había llegado a su fin.

"En cuanto llegué a la cafetería... Me miró a los ojos y sonrió."
Todo mundo había vuelto de almorzar, y yo todo hincha seguía en la oficina. Cerca de allí está la cafetería de una de las facultades, apenas llegué a la entrada contemplé una inesperada concurrencia. El lugar bien ambientado, la aparente fluidez en la atención y una azafata en particular resultaban bien atractivos para la comunidad universitaria. Y para mí.

Captura. De mi amigo Fer
Son cuatro los minutos que llevo esperando sentado a la mesa y nadie me atiende. Ni siquiera la guapa azafata. Fue entonces que conocí a María. He exagerado en llamar su atención, ha pasado varias veces cerca de mí ignorando mi llamado grotescamente. Ahora se me ha acercado con cara larga y sonrisa extinta.
Su memoria es prolija, no toma nota de las órdenes pero conoce a detalle cada una de ellas. Escribo y recuerdo, aún estoy impresionado.

Pasaron treintaidós segundos de que Mary tomó mi orden y mi mesa ya contaba hasta con el segundo plato. Además de tener buena memoria, esa mujer era una bala con las órdenes.
Por toda la cafetería veo más gente adulta que estudiantes. Son docentes y administrativos de la universidad. Afuera, tras una pared de cristal, están más bien los estudiantes. ¿Acaso están separados por su posición? No, es inconcebible. Terminé mi almuerzo y volví al laburo.


- Vaya, ahí estás. Andrés, olvidé darte tus credenciales, para cuando vine, ya habías salido a comer. - dijo excusándose mi ex-profesor.

"No era segregación, sólo simple discriminación. Tan sólo eso. Y ya."
Al día siguiente, entendí por qué se excusaba. En cuanto llegué a la cafetería, María vio las credenciales pendiendo frente a mi pecho, me miró a los ojos y sonrío, me acompañó a una mesa cerca de la televisión y en seguida tomó mi orden. Absorto por el cambio, contemplaba tras el cristal a los estudiantes, qué ocurría con ellos. Por qué afuera, evitando a María y esperando de más, entonces vi mi reflejo en el ventanal, sobresalían las credenciales en mi pecho. ¡Las credenciales! Vaya, dilema resuelto. Para cuando comprendí cada uno de los beneficios de portar las credenciales dentro de la universidad, entendí que no era segregación, sólo simple discriminación. Tan sólo eso. Y ya. 


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7 Comentarios

  1. Me he divertido mucho con este blog. Pero al final no te ignoro, lograste captar su atención. Que vivan las credenciales ;)

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  2. Me he divertido mucho con este blog. Pero al final no te ignoro, lograste captar su atención. Que vivan las credenciales ;)

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  3. Jajaja No creo que sea discriminación y ya. Son prioridades, Mary solo hace su trabajo.

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    1. "Su trabajo" siguiendo fielmente la política de inclusión. Ja.

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  4. Jajaja No creo que sea discriminación y ya. Son prioridades, Mary solo hace su trabajo.

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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