El Puente

Aprieto mis párpados una vez más,
es maravilloso lo que puedo contemplar.
En mi sendero estrecho hace su aparición
con su mirada tenue pregunta:
¿Puedo a tu lado caminar?


Sus pasos acompañados van.
Nuestras manos se toman.
Ella se acerca más a mí, 
yo no lo quiero evitar.
No sé si abrazarla
tampoco ordeno a mis ojos "dejad de hacerlo".
Mi sonrisa responde a su mirada, 
unos pequeños y perfectos ojos,
los míos, esclavos de su sonrisa son.
¡Yo no sé qué pasará!



La infinitud instantánea de mi vida, 
recordatorio oportuno de quién soy.
Son sólo diecinueve pasos los que he dado,
ahora debo regresar.


"He guardado tu camino, 
he acompañado tu transitar,
ya no puedo ir más allá 
¡El puente alguien tiene que cuidar!.
Otros quizá vengan...
¡Para ellos debo estar!"


Es un grito mudo que tus sordos oídos jamás conocerán.


¡Oh, inocente criatura, nada sabes qué hay detrás!
Cuando te des cuenta que no voy junto a ti
¿Volverás diciendo 'gracias'?,
quizá halles otro acompañante.
¡Yo no sé qué pasará!
¡Yo no sé qué pasará!


Tu paso se afirma, 
tu silueta decrece, 
mi corazón desvanecido está.


Las lágrimas recorren mis mejillas,
extendidos mis brazos quedarán.
Tú seguirás avanzando,
yo ya no puedo caminar.

Publicar un comentario

0 Comentarios