El momento en que volvió la Inspiración

Hace mucho que no sentía ganas de escribir así. Aun cuando constantemente ando espabilando mi ingenio, me costaba hilvanar frases, párrafos y cuanta idea abordaba mi mente. Ahora es cuando siento que mucho ha cambiado, no sólo en mí. Cambió en nosotros. Nosotros todos.

Sigo sin entender qué desató y permitió la sobrevenida de aquella susodicha inspiración. Aún me mantengo a la expectativa de tal descubrimiento, a sabiendas de tanta influencia de cada cosa a mi alrededor. Infinitos factores que tú y yo desconocemos, desconsideramos y desapercibimos rutinariamente. A propósito y sin él.

Pero en mi vivir hay algo nuevo. Ese algo tan magnífico que me devolvió la inspiración. ¿Serás parte de ello? ¡Cuánto quisiera! Házmelo saber…

Cada día nuevo, al nacer, me provoca estrecharme entre mis papeles temiendo llegues a irte, saturarme de ti y todo cuanto digas y quieras. Pido a gritos no me dejes. ¿Será que todo se tornó hacia ti fácilmente?, ¿cuán pronto empecé a depender de ti? A cada momento quiero buscarte y disfrutar cada instante junto a ti.

Ha fenecido mucho de lo que pensaba, creía y sentía. Hoy me encuentro en una situación expectante. Quiero verte a ti. Hasta entonces ¿qué es mejor hacer? Y luego, ¿qué he de concluir?

Digo. Pronto volveré a ser el del pasado. Y a veces quiero fallarme a mí mismo, porque no quiero ser aquél que fui. Y la pendiente positiva del cambio, ¿dónde está? ¡Muéstrese! La desesperación asciende por mis venas. Llegará pronto a la mente y corazón y, qué haré. No lo sé. Ya de por sí, no depende sólo de mí. Depende de nosotros. Nosotros todos.

Saber y conocer. Gran dilema de multitudes. Sin saber, conoces. Y desconociendo, sabes. Quiero conocer para saberte, y saber para conocerte. Inspiración de mi vida, conóceme y sábeme tan bien que no puedas olvidarme, quizá así no me dejes jamás.

Aun cuando no conoces lo que generas en mí. Sabes que lo haces. Por ahora seguirás en incertidumbre, tanto como me mantienes a mí. Sólo te pido una y mil veces más: Fortaléceme, ejercita mi palpitar, inunda mis pensamientos, poséeme totalmente y no me dejes si es que no me reportas bendición. A nosotros. Nosotros todos.

Y es que te quiero aquí, junto a mí. Ojalá sí. Sí por siempre. Todo el tiempo que se pueda. Juntos nosotros. Nosotros todos.

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